Hoy en clase los compañeros que fuero a apoyar a la comunidad de Temoaya, nos platicar de sus experiencias y de cómo cada uno de ellos apoyo para la construcción de las casas de esa comunidad.
Lo que más me llamó la atención fue que todos o la mayoría coincidieron en que cada familia los trató de manera muy agradable, fueron muy amables, y los hicieron como parte de ellos.
Una de nuestras compañeras comentó que algunas veces querían darse por vencidos, ya que sí era pesado construir las casas, pero al ver a todos los demás compañeros que iban avanzando en la construcción de las casas y ver a las familias algo tristes o con comentarios de ellos, la fuerza salí de algún lugar, todo por terminar el hogar de las familias.
Fue algo increíble escuchar los comentarios de los compañeros, y espero que para la próxima vez pueda apoyar en la construcción de las casas, la verdad es que si es envidia de la buena, creo que al convivir más de cerca con esas personas es cuando te vas adentrando más en el apoyo social, va dándote cuenta de la realidad, de que no todo es color de rosa y de que no todo es tan sencillo como creemos, ya que nosotros tenemos todo y muchas otras personas no tienen lo suficiente para ser felices, por eso es que es importante que nosotros apoyemos a las personas que menos tienen para darles una vida digna.
jueves, 9 de abril de 2009
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